San Miguel de Allende.
Declarada patrimonio cultural de la humanidad en 2008, fue reconocida con el primer lugar del ranking anual.
El nombre está formado por los nombres de Fray Juan de San Miguel, fundador de la población y de Ignacio Allende, caudillo de nuestra independencia nacional.
Ésta fue fundada en el año de 1542 por el fraile, Juan de San Miguel. En aquel entonces era un pueblo que carecía de agua, por lo que se abastecía de un manantial cercano llamado Itzquinapan que traducido al castellano significa »Río de Perros» conocido actualmente como »Río de Chorro».
Lugares de interés.
La Parroquia de San Miguel de Arcángel.
Convertida en un símbolo de la ciudad, fue construida en el siglo XVIII con una portada en estilo barroco. Hacia 1880 se le sobrepuso a la nueva fachada neogótica, realizada por el maestro Ceferino Gutiérrez, quien se inspiró en tarjetas postales de catedrales europeas.
El interior del templo, de planta de cruz latina y decorado al estilo neoclásico, conserva algunos lienzos con temas religiosos que han sido atribuidos a los hermanos Juan y Nicolás Rodríguez Juárez.
Cañada de la Virgen.
A 30 km al suroeste de la ciudad, se encuentra la Zona Arqueológica Cañada de la Virgen San Miguel de Allende. Sus templos están alineados simétricamente con los astros, haciéndola una ciudad única. La edificación más importante es La Casa de los Trece Cielos, pues aún conserva pintura mural.
Gastronomía.
La cocina tradicional de San Miguel de Allende se deriva de una mezcla de sabores indígenas europeos, incorporando ingrediente de todo el altiplano mexicano. Algunas de las especialidades que debemos saborear durante nuestra visita son las enchiladas mineras. Las famosas pacholas y el fiambre. Entre las bebidas tradicionales encontraremos agua de betabel. Si hay antojo de postre una increíble elección es el pan de Acámbaro, los tradicionales dulces de leche, las fresas cristalizadas, la cajeta y las famosas alegrías.
Artesanías.
San Miguel de Allende es un destino para hacer compras a nivel mundial, con abundantes tiendas especializadas, galerías. Estas ofrecen artes y artesanías locales, así como productos de otras zonas de México. La artesanía local incluye trabajos de metal, papel mache, vidrio soplado, vitrales, cerámica y muebles.