En las primeras horas del 24 de octubre, Acapulco, el puerto mexicano más famoso del país, enfrentó una de sus mayores pruebas. El huracán Otis, que evolucionó de una tormenta tropical a un huracán categoría 5 en tan solo 12 horas, tocó tierra, dejando una estela de destrucción y desolación. Con vientos implacables y lluvias torrenciales, Otis golpeó indiscriminadamente, afectando tanto a las opulentas zonas hoteleras como a los humildes barrios de la periferia.
El rápido ascenso de Otis a categoría 5, un fenómeno visto por última vez en 2015 con el huracán Patricia, subraya la intensificación de los efectos del cambio climático. Este fenómeno sin precedentes en la historia de Acapulco dejó al puerto sin tiempo para una preparación adecuada, culminando en su aislamiento y devastación.
La respuesta a la catástrofe ha sido multifacética. A casi un mes del impacto, el empresario Juan Antonio Hernández Venegas anunció la reanudación parcial de la oferta de hospedaje en los hoteles de Acapulco. Con un 4% de capacidad actual, se espera un aumento gradual al 20% para diciembre y un 40-50% antes de Semana Santa. Además, más de 30 eventos, congresos y convenciones, ya planificados antes del huracán, se mantienen firmes, demostrando la resiliencia y el compromiso de la comunidad empresarial.
Los eventos futuros, desde espectáculos deportivos y culturales hasta convenciones de la industria automotriz, apuntan a una recuperación vibrante y diversa. Entre ellos, destacan presentaciones de boxeo, lucha libre, el Tour de Francia, así como conciertos de figuras como Luis Miguel.
Sin embargo, la recuperación no es homogénea. Mientras los automóviles ya circulan entre escombros y palmeras rotas y se reparten alimentos y agua, la desigualdad en la ciudad es palpable. Los vecinos más acomodados regresan lentamente, mientras los más afectados luchan diariamente por sus necesidades básicas.
El huracán Otis ha dejado al descubierto las profundas desigualdades y desafíos que enfrenta Acapulco. Mientras el puerto intenta reactivarse, la comunidad local y los líderes empresariales trabajan incansablemente no solo para reconstruir lo que se perdió, sino para reimaginar y revitalizar este icónico destino turístico. El camino hacia la recuperación será largo y desafiante, pero Acapulco ha demostrado una y otra vez su capacidad para renacer de las cenizas, prometiendo un futuro donde su historia, cultura y belleza natural continúen brillando en el escenario mundial.
En medio de la devastación y el esfuerzo de recuperación que enfrenta Acapulco tras el impacto del huracán Otis, surgen relatos de solidaridad y compromiso que iluminan el camino hacia la reconstrucción. Un ejemplo destacado es la iniciativa de la empresa de servicios de autobuses ETN, que ha tomado un papel activo en la asistencia humanitaria para las víctimas del huracán.
¡Es momento de apoyar a la costa acapulqueña y con ETN puedes hacerlo!
ETN se ha posicionado como un pilar de apoyo en estos tiempos difíciles, demostrando una preocupación genuina y un compromiso con la situación actual en Acapulco. La empresa ha establecido centros de acopio en sus terminales en diversas ciudades de México, incluyendo México Norte, Querétaro, León, Toluca, San Luis Potosí, Morelia, Monterrey, Churubusco, Iguala, Saltillo, Tepotzotlán, Guadalajara, Zapopan, Tequisquiapan, San Juan del Río, Zacatecas y México Poniente.
La historia de Acapulco, marcada por su auge turístico y los desafíos socioeconómicos, se encuentra ahora en un punto crítico, donde cada gesto de ayuda cuenta.¿De qué otra manera puedes contribuir? Como se mencionó, algunos hoteles ya están operando, por lo tanto, ir no dudes en adquirir tus boletos de autobús a Acapulco y aportar para que la costa vuelva a ver la luz.
Estos centros están recolectando alimentos no perecederos, artículos de higiene personal, materiales de curación y medicamentos, que son esenciales para aliviar las necesidades inmediatas de aquellos afectados por el huracán. Esta iniciativa de ETN no solo refleja su responsabilidad social corporativa, sino también su compromiso con la comunidad mexicana en tiempos de crisis.